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Published on: 2010-2020

Franck Ribéry: Cicatrices de una Leyenda

La vida es un camino lleno de obstáculos para alcanzar nuestros sueños y un buen ejemplo de ello es la historia de esta Leyenda. Creció sin familia, abandonado como un animal y sufrió un accidente que le marcaría para siempre. Fue motivo de bulling y acoso escolar pero se refugió en el fútbol para salir adelante. Con su calidad con los pies consiguió disimular sus heridas hasta que su regates, goles y asistencias le convirtieron en uno de los mejores futbolistas del planeta. Hoy en Memorias del fútbol, recordamos una historia llena de cicatrices: la de Franck Ribéry.

 

La Historia de Franck Ribéry 🇫🇷
Cicatrices de una Leyenda

 

 

Una dura infancia

Franck Henry Pierre Ribéry nació en la localidad francesa de Boulogne-sur Mer un 7 de abril de 1983. Cuando nació sus progenitores lo abandonaron en un convento de monjas y, por si fuera poco, a los dos años sufrió un accidente de coche que le cambió la vida. Muchos dieron por muerto pero, aunque Franck sobrevivió al impacto, sufrió graves heridas en su rostro. Una enorme cicatriz cubriría su cara para siempre y las burlas de los otros niños arruinaron su infancia. Los 100 puntos de sutura que llevaba en el lado derecho de su rostro le marcaron de por vida y forjaron un carácter indomable para centrarse en su carrera. Franck quería ser futbolista y el balón se convirtió en su mejor amigo.

 

Los inicios

La carrera de Ribéry comenzó en 1989 jugando para el Conti Boulogne. Tras 7 años en sus categorías inferiores firmó por el Lille pero el salto a un equipo profesional le quedó muy grande. Una vez cumplió la mayoría de edad, tuvo que ponerse a trabajar para ganarse la vida. Encontró un empleo como peón de la construcción pero la falta de disciplina y sus malas compañías lo llevaron por el camino del alcohol. Tras 3 años complicados se incorporó al US Boulogne y después de su paso por otros dos equipos de la tercera división francesa, acabó llegando a la élite. El Metz firmó a Ribéry en el año 2004 y allí debutaría en la Ligue 1 con unas discretas estadísticas; 2 goles en 21 partidos.

 

De Estambul a Marsella

El equipo francés le despidió por su adicción a la bebida y Ribéry tuvo que buscarse la vida en el extranjero. El Galatasaray turco se hizo con sus servicios y en Estambul comenzó su metamorfosis. El estilo de vida de la ciudad le ayudó a centrarse en el fútbol y su buen juego le convirtieron en el ídolo del Ali Sami Yen. Allí ganó la Copa de Turquía y, aunque solo jugó 17 partidos, (1 gol y 6 asistencias) llamó la atención del Olympique de Marsella. 

Ya casado y reconvertido al Islam, Ribéry regresó a Francia con una vida más ordenada y encajó perfectamente en el equipo de la costa azul francesa.  Aquel chaval con la cicatriz en la cara se convirtió en una pesadilla para todos los defensas y con su velocidad, regates y calidad, sorprendió a medio mundo. En la 2005-2006 jugó 53 partidos, marcó 12 goles y dio 8 asistencias por lo que su convocatoria para la selección francesa se convirtió en un clamor.

 

Mundial Alemania 2006

Raymond Domenech le dio la oportunidad y llegó al Mundial de Alemania como titular. Riberý fue fundamental para el juego de Francia que, después de una primera fase dubitativa, despertó en las eliminatorias. El extremo galo se catapultó marcando el gol que inició la remontada frente a España y luego de superar a Brasil y Portugal, se jugó el título frente a Italia. Ribéry fue sustituido en la prórroga de la final de Berlín y vio desde la banda el cabezazo de Zidane a Materazzi y la tanda de penaltis que alejó de la Copa del Mundo. Francia perdía la final pero su jugador más prometedor se había convertido en una estrella.

Ribéry jugó otra temporada más en el Olympique, donde dejó jugadas y goles para el recuerdo. En sus 2 años no pudo levantar ningún título oficial pero se marchó como un ídolo tras disputar 89 partidos, marcar 18 goles y regalar 20 asistencias.

 

Bayern Múnich

En el verano de 2007 el Bayern Múnich pagó 25 millones de euros por Franck Ribéry, convirtiéndose en el fichaje más caro de la historia de la Bundesliga. Nada más llegar al club se convirtió en un referente y ganó la Bundesliga y la Copa Alemana completando los mejores números de su carrera; con 19 goles y 20 asistencias. El extremo galo llegaba en plena forma a la Euro 2008 pero el torneo sería un fracaso para él y para Francia. Les Bleus solo sumaron un punto en la fase de grupos y Ribéry regresó lesionado tras una lesión en el tobillo.

En su segunda campaña en Alemania el Bayern regresó a la Champions pero la temporada fue un fracaso. El Barça de Guardiola les vapuleó en octavos de final y en su país no ganaron ni un solo título. Los bávaros reaccionaron con la llegada Van Gaal al banquillo muniqués y el fichaje estrella de Aarjen Robben. Ribéry se entendió perfectamente con el extremo holandés con el que conformó una pareja letal en Europa. En la 2009-2010 el francés se perdió bastantes partidos por una lesión de tobillo pero jugó el tramo decisivo de una temporada histórica. El Bayern ganó el doblete de Liga y Copa y alcanzó la final de la Liga de Campeones ante el Inter. Desgraciadamente para él, Ribéry se perdió la final por una expulsión en semifinales y el Bayern acabó perdiendo 2-0 ante el equipo de Mourinho.

 




 

El Motín de Sudáfrica

Ribéry fue convocado con Francia para jugar el Mundial de Sudáfrica pero no pudo evitar otro fracaso de la selección gala. La expulsión de Anelka por insultar a Domenech desencadenó en el motín de algunos jugadores. Ribéry formó parte de aquella rebelión y se mantuvo alejado por unos meses de la selección francesa.

Pretendido por el Real Madrid ese verano, Ribéry acabó renovando por el Bayern y ligaría la plenitud de su carrera deportiva al club bávaro. La temporada 2010-2011 comenzó con otra lesión para Ribéry, que tardó varios meses en ponerse en forma. Aquella campaña no fue buena para el Bayern, que acabó sin títulos importantes y tuvo que destituir a Van Gaal. La llegada de Heynckes  fue positiva para el jugador francés, que el siguiente curso recuperó su mejor nivel. Sus 17 goles en 50 partidos sirvieron para que el Bayern pelease por todos los títulos aunque una vez más se quedase con la miel en los labios. El Dortmund le ganó la Bundesliga y la Copa en Alemania mientras que el Chelsea se llevó una final de Champions que se jugaba en su estadio.

 

El Triplete de 2013

Después de ser eliminado con Francia por la selección española en la Euro 2012, Ribéry regresó a Múnich con ganas de revancha y el Bayern recuperó su racha triunfadora. Ribéry y Robben alcanzaron un nivel superlativo y los germanos conquistaron un histórico Triplete de Liga, Copa y Champions. El Bayern se vengó del Dortmund en la final de Wembley y Ribéry dio una magistral asistencia en el tanto que decidió el título. Su gran temporada le catapultó como uno de los mejores jugadores del mundo y Ribéry se posicionó como uno de los favoritos al Balón de Oro. El extremo francés ganó el premio al mejor jugador de Europa de la UEFA pero quedó tercero en las votaciones de France Football a escasos votos de Cristiano Ronaldo. Algunos se tomaron ese premio como una farsa y el propio Ribéry lo sintió como una injusticia "Fue como un robo".

 

Lastrado por las lesiones

Tras aquella decepción se refugió en el Bayern, con el que con la llegada de Guardiola ganó un nuevo doblete en 2014. Desgraciadamente sufrió una lumbalgia durante varios meses y por ese motivo se quedó sin jugar el Mundial de Brasil 2014. Esa lesión le hizo ver que su carrera internacional había acabado y después de jugar 81 partidos, marcar 16 goles y dar 20 asistencias, Ribéry pasaba a formar parte de las grandes leyendas del fútbol galo.

Las lesiones fueron una constante en la carrera del francés, que aunque continuó dejando detalles de su calidad, ya nunca más pudo alcanzar su mejor nivel. Después de cuatro temporadas plagado de lesiones, Ribéry alternó el banquillo con más problemas físicos y  polémicas sustituciones. El francés quería tener más continuidad pero poco a poco fue reduciendo su aportación estadística. En la 2018-2019 juega su última campaña con el Bayern y se despide con un emotivo último partido, donde marca un gol a los pocos minutos de entrar al terreno de juego. Su despida coincidió con la de Robben, con el que compartió una década como compañero y del que también hablamos en este video de Memorias del Fútbol.

Ribéry se despedía del Allianz ganando su 9ª Bundesliga y se marchaba del Bayern tras 12 temporadas repletas de éxitos en la que conquistó un total de 24 títulos. Después de jugar 485 partidos y marcar 137 goles, el francés ponía el broche de oro a una etapa inolvidable.

 

Fiorentina y Salernitana

Con 36 años Ribéry tenía ganas de seguir jugando al fútbol y probó fortuna en el Calcio. El francés firmó por la Fiorentina y en Italia alternó grandes actuaciones con otra lesión de tobillo. Después de marcar 5 goles y jugar 51 partidos en dos temporadas Ribéry finalizó su contrato y fichó por la recién ascendida Salernitana.

En la región de Campania dejó sus últimas gotas de calidad y después de salvar la categoría con su club, cayó nuevamente lesionado de la rodilla. Después de varias recaídas solo pudo disputar 38 minutos de liga y cansado de tanta lucha, anunció su retirada definitiva a los 39 años. El francés dejaba atrás momentos inolvidables y tras 798 partidos, 177 goles y 250 asistencias, nos despedimos de la cicatriz más famosa del fútbol.

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