La relación entre el club catalán y el fútbol brasileño ha sido siempre más que especial. Ambas escuelas son defensoras de la esencia del Jogo Bonito y el Tiki Taka, siendo una importante productora de grandes figuras que han tenido la oportunidad única de defender a la canarinha y vestir la elástica culé. Estos son los 10 mejores jugadores brasileños en la historia del F.C. Barcelona.
Ronaldinho
El baluarte de la alegría y la magia con el balón en los pies, un talento descomunal que hizo del fútbol un arte. Bajo el compás que marcaba su eterna sonrisa, Ronaldinho deleitó a propios y a extraños con su clase y sus innumerables recursos técnicos. Llegó a un Barcelona hundido, perdido en una larga travesía marcada por la ausencia de títulos y una profunda crisis de identidad institucional; pero las sombras que se cernían en el entorno culé fueron pronto disipadas con la luz del astro brasileño. La alegría y el buen fútbol volvieron a reinar en las gradas del Camp Nou, que vibró al son que dictaba la magia de un jugador, que en su prime, fue de los mejores de la historia. Una manera única de jugar que fue incluso aplaudida por un Bernabéu que no pudo obviar tanta calidad. Lástima que a veces la luz de los genios dure tan poco. Con la elástica culé logró alzarse con un Balón de Oro y una Copa de Europa, entre muchos otros títulos.
Dani Alves
El hombre récord. Son innumerables los títulos que el lateral brasileño tiene en su haber. Llegó procedente del Sevilla en el 2008 para hacerse dueño y señor de la banda derecha del club catalán. Mordiente tanto dentro como fuera del campo, destiló calidad y fuerza en una demarcación en la que se erigió como indiscutible número uno. Polémico e irreverente, despertaba la admiración incondicional de los suyos así como la denostación de sus rivales. Sin duda uno de esos jugadores que no pasan desapercibidos ni siquiera en las ruedas de prensa. Tras dejar las filas del Barcelona en 2016, volvió de forma fugaz en una segunda etapa en la que pasaría prácticamente desapercibido. Con el club catalán ganó la friolera de 25 títulos.
Neymar
Uno de los mayores representantes de la esencia y la genialidad de la escuela brasileira. Dotado de un talento y una calidad técnica envidiables, Neymar parece haber navegado entre la estela de aquellos genios generacionales que se conformaron con ser menos de lo que podrían haber llegado a ser. Su aterrizaje en el club azulgrana no estuvo exento de polémica y aún a día de hoy se sigue debatiendo sobre el precio de su fichaje. Tras una primera temporada de adaptación, Neymar se asentó como una de las mayores bazas en ese magnífico ataque compuesto por la MSN. Gambetas, dribblings y goles fueron servidos al deleite de un Camp Nou que soñaba con marcar una nueva época de oro. Sin embargo, la llamada del multimillonario PSG sedujo las ansias de Neymar y su anhelo por alzarse con el trono del fútbol mundial alejado de la larga sombra de Messi.
Ronaldo
Muchos dicen que es la versión del mejor futbolista que han visto en sus vidas. Y no es para menos. O Fenômeno sobresalió por encima del resto con una superioridad aplastante a pesar de su corta edad. Con una potencia y velocidad superlativa, Ronaldo avasallaba a sus adversarios con una facilidad nunca antes vista. Todo un depredador del área que aunaba a su faceta goleadora una calidad técnica descomunal. Su gol al Compostela representa a la perfección al Ronaldo más imparable, a aquel jugador capaz de anotar 47 tantos en 49 partidos jugados con la zamarra azulgrana. De no haber sido por las lesiones, probablemente estaríamos hablando de uno de los cinco mejores jugadores de todos los tiempos.
Rivaldo
Aún resuenan los ecos de las negociaciones en los alrededores de Riazor. Tras la abrupta salida de Ronaldo, el club blaugrana se abalanzó en la contratación del astro del Deportivo en uno de los traspasos más sonados de las últimas décadas. La figura del por entonces mejor jugador del mundo parecía irremplazable, pero el buen hacer de Rivaldo se hizo notar al instante de aterrizar en Can Barça, liderando a la escuadra culé en la conquista de dos ligas consecutivas. A pesar de los repetidos tropiezos a nivel europeo, el atacante brasileño lograría alzarse con el galardón al mejor jugador del continente, coronándose con el Balón de Oro en 1999. Bajo la impronta de su exquisita pierna izquierda, Rivaldo dejó momentos para la posteridad, como esa irrepetible chilena al Valencia que clasificaba al club catalán para la Champions en el último suspiro.
Romário
Díscolo y talentoso a partes iguales. Un genio sobre el verde y fuera de él. Romario tan solo estuvo una temporada y media en el club blaugrana, tiempo suficiente como para dejar una huella imborrable tanto dentro del terreno de juego como por sus constantes idas y venidas en el marco extradeportivo. Letal en el mano a mano, O Baixinho se mostró siempre impasible ante el arco contrario. Su idilio con el gol fue de los más fructíferos del balompié, convirtiéndose en uno de los grandes goleadores de la historia. Sus filigranas y regates quedarán por siempre en la memoria del aficionado, como aquella archiconocida cola de vaca sobre Rafael Alkorta. Seguramente podría haber aportado mucho más si hubiese estado más centrado, pero quizá hubiésemos perdido el encanto y la fantasía de un jugador de dibujos animados.
Belletti
No cabe duda que cualquier equipo precisa de actores secundarios para completar un buen plantel. No solo se vive por y para las estrellas, de su magia; también se necesitan a esos currantes que se dejan la piel en el campo y cuyo destino está reservado para encumbrarles a los altares del fútbol. Uno de los caso más sorprendentes fue el de Juliano Belletti. El que fuera lateral derecho en la época de Rijkaard, solamente anotó un gol en todas las temporadas en las que estuvo en el club culé. ¿Os acordáis de cuál? Efectivamente, el gol que decantó la final de París contra el Arsenal en la Champions de 2006.
Adriano
De un perfil similar al de Belletti, pero mucho más polivalente. Adriano se caracterizaba por ser un jugador comodín para sus entrenadores. Capaz de emplear ambas piernas con similar manejo de balón, hacía las veces de carrilero, lateral e incluso central. Un jugador de largo recorrido que llegó a España de la mano de Monchi para más tarde recalar en las filas del Barcelona. Se desvinculó del club catalán en 2016 con destino Turquía, recalando en las filas del Besiktas. Estuvo un total de 6 temporadas en el club culé y ganó 10 títulos.
Evaristo de Macedo
Seguramente hablemos del jugador menos conocido de esta lista, pero no por ello el menos relevante. Se trataba de un delantero al uso de la escuela brasileña, muy técnico y con un enorme instinto goleador. Con facilidad de pegada con ambas piernas, estuvo en las filas del conjunto blaugrana durante cinco temporadas. Para el recuerdo quedará siempre guardado el gol que supuso la primera eliminación del Real Madrid en la Copa de Europa. Curiosamente, ficharía por el club merengue en el año 62 al negarse a nacionalizarse español.
Sylvinho
Otro de esos agentes secundarios que dan lustre y nutren el fondo de armario de cualquier grande. Llegó procedente del Celta de Vigo en el año 2004, tras completar tres grandes temporadas en el club gallego. Tuvo que lidiar con una feroz competencia en su demarcación, siendo Giovanni Van Bronckhorst y Eric Abidal los principales estiletes en lateral izquierdo durante su estancia en el club catalán. Partícipe en la consecución de dos Champions, culminó su carrera como azulgrana actuando en el carril izquierdo en la final ganada al Manchester United en Roma.
