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Published on: 1990-2000

Adriano Leite: El Emperador de la Favela

Cada cierto tiempo surgen jugadores que marcan una era, pero solo unos pocos logran permanecer en los más alto. Adriano Leite estaba llamado a ser el relevo de Ronaldo en el Inter y en la selección brasileña, pero su ascensión fue tan alta, que la caída fue más dura. Su habilidad y sus zurdazos parecían sobre humanos, aunque la potencia sin control suele ser el preludio de un hostiazo. Adriano se salió del camino correcto y su adicción a la bebida y las malas compañías, acabaron con una de los jugadores más impactantes del siglo. Hoy, en Memorias del Fútbol, recordamos la historia de un futbolista de videojuego, un ídolo que cayó a los infiernos y nos dejó sin disfrutar de un delantero único.

 

 

 

 

Los inicios de Adriano

Adriano Leite Ribeiro nació el 17 de febrero de 1982 en Río de Janeiro y se crio en una de las favelas más peligrosas  de la ciudad. Pese a ello tuvo una infancia muy feliz, donde su mayor pasatiempo era jugar a la pelota. Su familia atendió la pasión de su hijo por el fútbol y, haciendo un esfuerzo económico, le inscribió en una escuela de su barrio. Pronto su calidad y fortaleza física llamó la atención del Flamengo, que le fichó en 1997 para convertirlo en una estrella. Por aquel entonces Adriano jugaba como lateral izquierdo, hasta que sus cualidades futbolísticas (potencia, velocidad y definición) provocaron que su entrenador decidiera reubicarle como delantero centro. En su nueva ubicación Adriano desató todo su potencial y en 1999 fue reclutado por la selección brasileña para ganar el Mundial sub 17.

El equipo juvenil se le había quedado pequeño y en el año 2000 Adriano consigue debutar con el primer equipo de Flamengo. Ese mismo año conquista el Sudamericano sub 20 con Brasil y logra cumplir su sueño de debutar con la absoluta de la Canarinha. La ascensión del atacante carioca fue meteórica y tras un solo año en la élite, y marcar 12 goles en 46 partidos con Flamengo, fichó por el Inter de Milán.

 

Fichaje por el Inter

El brasileño de 19 años llegó a un equipo repleto de estrellas y dejó su carta de presentación en su debut en un Trofeo Santiago Bernabéu. Adriano salió al campo en los últimos minutos del partido y, tras provocar una falta en el borde del área, marcó su primer gol con el Inter gracias a un espectacular libre directo que se coló por la escuadra. Moratti y el Inter se frotaban las manos con el talento que habían fichado, pero la alta competencia en el frente de ataque no le permitían mostrar todo su talento. Tras marcar 1 gol en 14 partidos el club decidió cederlo a la Fiorentina, donde acabó la temporada marcando 5 goles en 15 partidos.

 

Traspaso al Parma y retorno a Milán

En la 2002-2003 el Inter llegó a un acuerdo con el Parma para traspasar el 50% de los derechos de Adriano a cambio de 14,5 millones de euros y el pase de Matías Almeyda. En el Ennio Tardini Adriano encontró su sitio y completó una espectacular campaña, marcando 17 goles en 31 partidos.

En la 2003-2004 el delantero carioca siguió sumando goles y tras completar 10 goles en 13 partidos fue reclamado por el Inter para regresar a Milán. El equipo neroazzurri pagó más de 23 millones de euros por recuperar a su estrella en el mercado de invierno y Adriano siguió mostrando sus capacidades con la camiseta interista. Adriano era una auténtica fuerza de la naturaleza, y sus poderosas arrancadas recordaban a la mejor versión de Ronaldo. Adriano parecía imparable y su potente disparo de zurda causaba estragos en las redes rivales. El brasileño completó aquella campaña marcando 12 goles con el Inter y se ganó el apodo del "Emperador".

 

MVP Copa América 2004 y la Copa Confederaciones

Adriano ya era una estrella en el Calcio pero le faltaba consolidarse con la selección brasileña. En el verano de 2004 Carlos Alberto Parreira le convocó para jugar la Copa América de Perú, donde fue titular indiscutible y se convirtió en el máximo goleador y en el mejor jugador del torneo. Sus 7 goles fueron claves para darle el título a la Canarinha, incluyendo un tanto en el tiempo de descuento en la final frente a Argentina, que le sirvió a Brasil para llegar a los penaltis.

Adriano parecía no tener techo como futbolista y en la 2004-2005 realizó la temporada de su vida. El Emperador anotó 28 goles en 42 partidos y logró su primer título en Europa tras conquistar la Coppa de Italia. Sus espectaculares actuaciones en Italia y en Europa le convirtieron en el jugador del momento y en el verano de 2005 volvió a dejar su impronta con la camiseta de su país. Brasil se proclamó campeón de la Copa Confederaciones y Adriano se consagró con 5 goles, siendo el máximo goleador y el MVP del campeonato.




 

De su cénit y declive (2005-2007)

A su vuelta a Italia el delantero recibió la noticia de la muerte de su padre, y tras unos días de duelo siguió asombrando al Mundo con su fútbol. En la 2005-2006 contribuyó con 18 goles al triplete de su equipo. El Inter ganó la Supercopa y la Copa de Italia frente a la Roma, y aunque quedó segundo en la tabla, acabó como campeón del Scudetto por el estallido del Calciopoli. La autoridades descendieron a la Juventus por su influencia en las designaciones arbitrales y el Inter fue proclamado como campeón para sumar su tercer título de la temporada.

Adriano estaba en el mejor momento de su vida, copaba las portadas de los periódicos, y era el jugador emblema del videojuego del momento. En el verano acudió a jugar el Mundial de Alemania (2006), pero a pesar de que Brasil tenía un equipazo, acabó pagando su prepotencia. Los jugadores brasileños hacían fiestas y bebían durante las concentraciones y Adriano defraudó en su primera gran cita con la selección canarinha. El Emperador anotó 2 goles en 4 partidos, pero Brasil acabó siendo eliminada en cuartos por la Francia de Zidane.

Tras aquella decepción con su país, Adriano bajó sensiblemente su rendimiento y comenzó a sufrir una depresión que le hizo descuidar su físico. El brasileño comenzó a acusar la falta de una figura paterna y se pasaba las noches bebiendo y de fiesta para olvidar el mal momento por el que estaba pasando.  Como era lógico, su rendimiento en el campo comenzó a resentirse y en la 2006-2007 solo pudo marcar 7 goles en 30 partidos. El Inter volvió a ganar la Supercopa y la Liga italiana pero Adriano y la directiva interista acordaron el regreso del jugador a su país.

El Emperador se fue cedido al Sao Paulo con el objetivo de relanzar su carrera y completó un gran torneo marcando 17 goles en 29 partidos. Adriano parecía listo para regresar al Calcio, pero los estrictos métodos de Mourinho chocaron frontalmente con el estilo de vida del delantero carioca. Adriano jugó de forma intermitente durante la 2008-2009 y tras llegar tarde a un entrenamiento, dejó de contar para el técnico portugués. Adriano volvió a sentirse deprimido e incluso llegó a anunciar su retirada de fútbol.

 

Resurgir en el Flamengo y paso por la Roma (2009-2011)

Tras un mes sin jugar, el Flamengo le convenció para retornar al equipo de sus orígenes y Adriano regresó a Río dispuesto a redimirse.  En el conjunto rubro-negro ganó el campeonato brasileño y alcanzó el promedio goleador más alto de su carrera (0,70 goles por partido). Adriano marcó 34 goles en 48 partidos y, después de sus grandes actuaciones, volvió a ser reclamado por el Calcio. El Emperador fichó por la Roma para recuperar su trono, pero su paso por el coliseo giallorossi resultó un desastre. Adriano solo jugó 8 partidos durante la temporada y acabó rescindiendo su contrato en 2011 sin marcar ni un solo gol.

Su irregular trayectoria le alejó definitivamente de las convocatorias de la selección brasileña, con la que jugó su último partido en 2010. El delantero despidió su sueño de jugar otra Copa del Mundo y detuvo su marcador de internacionalidades en 48 apariciones y 27 goles con la verdeamerala.

 

Una carrera destruida por las drogas

El Corinthians le reclutó para embarcarse en una nueva aventura, pero nada más fichar por el Timão , sufrió una operación en el hombro y una grave lesión en el tendón de Aquiles. El Emperador estuvo cinco meses fuera de los terrenos de juego y su regreso resultó decepcionante. Adriano solo pudo disputar 11 partidos, marcar 3 goles y acabó marchándose del club en 2012 tras tener problemas con las drogas. La vida Adriano estaba descontrolada y las malas compañías estaban destruyendo su carrera.

Tras dos años sin jugar al fútbol comenzó a entrenar con el Athletico Paranaense, donde tuvo que aceptar varias clausulas que controlasen sus vicios. Adriano jugó la primera fase de la Copa Libertadores con el club de Curitiba, pero tras solo dos meses, cuatro partidos jugados y solo un gol, faltó a dos entrenamientos provocando la suspensión de contrato.

 

Retirada

Después de otros dos años alejado de los terrenos de juego, Adriano compró el 40% del Miami United y se alistó para jugar en la cuarta división de Estados Unidos. El brasileño jugó 1 partido oficial y un par de amistosos, pero en mayo de 2016 deja definitivamente el fútbol. Con 34 años se acababa la carrera de un jugador increíble, que se sumió en la desgracia. La depresión, el alcohol y las drogas nos robaron los mejores años de un futbolista que pudo hacer historia, pero que se refugió en una botella y las malas compañías, dejando de lado la pelota.

Para el recuerdo quedarán sus 197 goles en 427 partidos, 15 títulos y una trayectoria de 16 años llena de altibajos que impactó en todo el mundo. Esta ha sido la historia de Adriano Leite, el Emperador que apuntaba a conquistar el mundo y acabó muriendo por una copa de vino envenenada.

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